jueves, 13 de febrero de 2014

Cueva de Diablozulo - Guerendiáin (Valle de Elorz)


Cueva del Diablo ó Diablozulo.


Pequeña cueva a menos de 20 kilómetros de Pamplona, cerca del pueblo de Guerendiáin. Es un importante yacimiento arqueológico con restos que van desde el Paleolítico Superior hasta la época romana. Algunos de los hallazgos encontrados en ella se encuentran expuestos en la sala de prehistoria del Museo de Navarra.


La cueva se recorre sin peligro, aún para el poco experto en espeleología. Solo necesitaremos una buena linterna y un poco de precaución para recorrer las varias salas que la forman. En ella habitan murciélagos como se puede apreciar en las fotos. Hay que intentar no visitar la cueva en invierno, ya que los murciélagos hibernan y pueden ser seriamente perjudicados. Además conviene visitar la cueva un par de horas antes del anochecer, cuando los murciélagos ya están activos y así se les ocasiona menos molestias.


Para acceder a ella, la ruta comienza desde la pequeña plaza que está en la entrada del pueblo de Guerendiain. Dejamos el coche allí.



Para conseguir llegar hasta la entrada de la cueva, deberemos hacerlo siguiendo las coordenadas de Wikiloc o las Rutas arqueológicas por Navarra en el GPS. Una vez en el pueblo, lo atravieso siguiendo el Camino de Santiago en dirección a Tiebas. Paso frente la casa anexa a la Iglesia de San Juan Bautista











Abandonamos el camino en dirección a esta gran nave.





Una vez pasada la nave el camino continúa bordeando por la derecha los restos de una antigua construcción.




La senda es clara y, aunque en determinados puntos parece desviarse, seguiremos el camino hasta alcanzar el barranco. Entonces la senda comenzará a subir. Hay varios puntos en los que se divide, en algunos casos para reencontrarse nuevamente un poco más adelante. Algún pequeño hito o, como en este caso, un trozo de plástico atado en alguna rama nos pueden ayudar a orientarnos. Pero como dije al inicio.. mejor guiarse con los tracks del gps.






Cuando ya casi hemos llegado, hay una roca caída que el camino simplemente esquiva.




Pero, como digo, la senda es clara y basta tener marcado la situación de la cueva para no perderse en el intrincado laberinto de boj y vegetación.


Un poco más arriba, ya encontramos la boca de esta cueva.






Vistas varias de la cueva. 




Vista hacia la salida. 

























No hay comentarios:

Publicar un comentario